le ha dado una vuelta de tuerca más a sus series N de teléfonos móviles todoterreno. Cierto es que la firma finlandesa anda más preocupada últimamente por promocionar el
, su primer terminal con pantalla táctil y su producto estrella para la campaña navideña. Pero ya
, un digno sucesor del que el año pasado fue el teléfono más emblemático de la firma, el
.
Compacto y manejable:
Si nos centramos en el diseño, vemos que el N96 debe gran parte de su aspecto a visual al trabajo que se hizo con el
Nokia N95 8 GB. No sólo por el acabado negro brillante y la pantalla de 2,8 pulgadas sino porque se ha seguido esa línea de perseguir un teléfono equipado a la última y lo más compacto posible. Con todo, seguimos estando ante un terminal cuyo grosor roza los dos centímetros, pero al aumentar tanto la altura como la anchura del equipo (103 x 55 mm frente a los 99 x 53 mm del N95 8 GB), transmite una sensación visual más compacta y con un peso muy similar. En la mano, este N96 luce de forma elegante.
Por supuesto, sigue siendo doblemente deslizante: por abajo se asoma el teclado alfanumérico y por arriba las teclas de reproducción multimedia, que al desplegarse provocan que se lance automáticamente el menú rápido para ver música, fotos y vídeos. A partir de aquí, encontramos algunos elementos que la firma finlandesa introdujo hace un tiempo en el
Nokia N81, como las teclas dedicadas a videojuegos. Éstas permanecen ocultas hasta que iniciamos una partida, y permiten controlar los juegos de una forma muy similar a la de una consola portátil: pad direccional a la izquierda y botones de acción a la derecha.
Pero dichas teclas no están flanqueando a la cámara secundaria para videollamadas, como sucede en el citado N81, sino que comparten la zona superior deslizante con las teclas multimedia. Un buen punto a favor en su manejo. Y que Nokia ha introducido con buen criterio en los últimos terminales pensados especialmente para su portal Ngage, como el Nokia N85. El teléfono también cuenta con un acelerómetro, que permite controlar algunos videojuegos con movimientos intuitivos y naturales Luego hay otro punto en común con los últimos miembros de las series N que nos tenía un poco preocupados: las teclas de reproducción multimedia colocadas alrededor de la rueda central. En otros modelos, como el mismo N81, su presencia provocaba que pudiéramos hacer saltar el reproductor de música, por ejemplo, cuando aceptábamos una llamada. En el N96, en cambio, el mayor espacio disponible debido a las dimensiones del teléfono hace que este tipo de “conflictos” con los botones sean más improbables. En general, el tacto de las teclas es excelente, y convenientemente reforzado por la iluminación LED trasera para que percibamos visualmente en todo momento su localización.
Siguen estando presentes esos detalles clásicos de Nokia para hacer fácil y rápido el manejo del teléfono, como la tecla directa de borrado o la que carga directamente el menú ampliado del terminal. Todo corre, cómo no, sobre un sistema operativo Symbian S60 de tercera generación, que podemos personalizar con los accesos directos que queramos en la pantalla prinicipal del teléfono. En el marco externo tenemos un control para el volumen, el disparador de la cámara (dejándolo pulsado unos segundos la cámara entra en funcionamiento) y una palanca para bloquear el teclado, que podemos usar en conjunción con la opción de bloqueo y desbloqueo automático al desplegar la pantalla.
Pasión por el Gigabyte
Repasando las conexiones externas, vemos una ranura para tarjetas de memoria microSD en un lateral. Al mencionar la tarjeta de memoria, no podíamos pasar por alto la gran capacidad de almacenamiento que brinda el N96. Y es que en él se han combinado lo mejor de las dos versiones del N95: una memoria flash interna multiplicada por dos (16 GB) y una ranura para tarjetas microSD que puede aceptar modelos de hasta 16 GB. La tarjeta se paga aparte, pero podemos usar la de nuestro anterior teléfono o hacernos, por ejemplo, con una de 8 GB, que se están poniendo ya muy a tiro en lo que a precios se refiere (menos de 30 euros).
En cualquier caso, sólo con la memoria interna el Nokia N96 ya hay espacio suficiente para guardar, por ejemplo, unas 4.000 canciones MP3 en calidad media, o una 16.000 fotos en alta resolución. Además, y aunque no sea un teléfono de las series E destinados al uso profesional, también puede almacenar documentos de oficina, pues cuenta con aplicaciones para trabajar con archivos de Word, PowerPoint, Excel y hasta documentos en PDF.
Un buen móvil fotográfico
Sigue sin existir un teléfono con las mismas posibilidades fotográficas que ofrece una buena cámara compacta, pero este Nokia N96 es uno de los que más se le acerca. Por encima incluso de terminales tan orientados a la fotografía como el LG Viewty, pues a los cinco megapíxeles de resolución (que tienen cierta importancia sobre la calidad, pero fundamentalmente sirve para poder imprimir las fotos a gran tamaño), se le suma su lente firmada por Carl Zeiss. Una aportación óptica que se hace notar bastante en la nitidez de las imágenes, especialmente cuando hay buenas condiciones de luz natural o artificial.
En condiciones de baja luminosidad, no obstante, la cámara del N96 no consigue milagros. Su doble flash LED sirve básicamente como luz de relleno para evitar sombras. Podría haberse mejorado este punto con un flash de xenon, y de nuevo Nokia ha perdido la oportunidad de incluir zoom óptico en uno de sus teléfonos totales. Pero en un móvil, quizás no sean prestaciones tan determinantes. Sí es más criticable que se haya retirado el protector de lente. A cambio, Nokia ha introducido un soporte de pie aprovechando el mismo marco que rodea a la óptica. Pero es un cambio que, la verdad, no compensa.
MP4 de bolsillo
La ventaja de tener 2,8 pulgadas de pantalla es que podemos reproducir vídeos con calidad aceptable. Es cierto que hay teléfonos con resoluciones muy altas, como el HTC Touch HD, pero en menos de tres pulgadas, superar los clásicos 240 x 320 píxeles es poco menos que malgastar líneas de resolución. A pesar de todo, lo cierto es que no le hubiese venido nada mal a este Nokia N96 ampliar su compatibilidad a formatos de vídeo como DivX, por aquello de pasarlos directamente al teléfono por el cable USB sin aplicar conversiones previas.
En cuanto a la música, nada que objetar. Además del gran espacio para guardar canciones, tenemos una salida de 3,5 mm para ariculares estándar (que también puede aprovecharse para ver vídeos en la tele usando el cable adaptador suministrado en la caja) y una calidad bastante óptima (sin llegar a la que proporciona el chip de procesamiento sonoro de la familia XpressMusic, eso sí). Los altavoces integrados consiguen una potencia sorprendente, aunque en las cotas más altas de volumen el sonido tiende a “metalizarse”, por lo que no conviene poner la música a tope durante mucho tiempo seguido.
Pero no estamos hablando de nada que Nokia no haya hecho antes. En el apartado multimedia, en cambio, sí que hay una novedad como el sintonizador de TDT. El problema es que su presencia es, de momento, meramente anecdótica, pues se trata de un sintonizador DVB-H, sin canales ni emisiones en directo estables (durante las semanas que hemos probado el terminal en Madrid, nunca llegamos a captar nada). ¿Hubiese sido una solución más práctica equiparlo con un sintonizador DVB-T, que es el estándar usado en la actualidad para llevar la TDT al hogar?
Pues si se hubiese hecho como en el LG HB620T, definitivamente no. Por los problemas de recepción en interiores, en movimiento y en cualquier punto del territorio nacional que no sea estrictamente urbano (y por la presencia de una antena de aspecto poco menos que ortopédico). El DVB-H, en teoría, podría solucionar estos inconvenientes recurriendo a un tráfico mixto entre ondas de televisión y recepción de datos por Internet móvil. Pero esto podría acarrear, en primer lugar, un modelo de pago por visión que no convence al usuario.
Y por otra parte, la utilidad del DVB-H dependerá de las cadenas de televisión, que en teoría deberán ir apostando fuerte por este estándar a partir de 2010. En otras palabras, el Nokia N96 está preparado para el futuro en lo que a TV en el móvil se refiere, pues el DVB-H es el estándar elegido por la Unión Europea. Lo que todavía está por ver, y que además es algo ajeno a Nokia, es la calidad de los contenidos que ofrecerán las cadenas (ésas que en la TDT “convencional” dedican muchas horas de su programación a teletiendas y reposiciones de series de los ochenta).
Conectividad totalLos tres grandes estándares sin cables están presentes en este teléfono. Empezando por el
Wi-Fi y el
HSDPA, para conectarse a Internet ya sea a través de las redes que encontremos abiertas o directamente previo pago por la red telefónica de alta velocidad. En este aspecto, contamos con un navegador que buscará siempre las versiones “mini” de las páginas web y que cuenta con soporte
Flash. Esto último quiere decir, entre otras cosas, que podemos cargar y ver los vídeos de
YouTube. Aunque no le hubiese venido mal una aplicación directa para el portal de vídeo de
Google, como están haciendo los últimos terminales de pantalla táctil.
El tercer gran estándar inalámbrico es el
Bluetooth, que tiene perfil A2DP para usar auriculares inalámbricos y kits de
manos libres para el coche. Y es que, como no podía ser de otra forma, el N96 cuenta con un navegador
GPS integrado, que puede calcular rutas para vehículos y peatones gracias al software Nokia Maps 2.0, así como añadir etiquetas de localización geográfica a las fotos que tomemos. No conviente olvidar, eso sí, que en cuanto queramos aprovechar las informaciones adicionales del modo AGPS, se tarificará en parte como tráfico de datos, lo cual tiene un coste extra, como en todos lo móviles del mercado. A este respecto, Nokia ha tenido el buen detalle de incluir en la caja un adaptador para cargar el móvil en el mechero del coche.